sábado, 23 de mayo de 2009
Como vestir según nuestro cuerpo
Encontrar el propio estilo y saber resaltar la mejor parte de nuestra figura no siempre es tarea fácil (aunque lo parezca). Por algo el auge de los asesores de imagen ha sido tan fuerte en estos últimos años. Ya no sólo son las estrellas del espectáculo, que trabajan con su imagen, quienes buscan la asesoría de estos profesionales, sino también la gente común, que a lo mejor desea impresionar en un nuevo trabajo o al fin poder tener una nueva apariencia para la vida. La ropa es un fiel reflejo de la personalidad. Con ella manifestamos estados de ánimo, formas de pensar, etc. Y en ocasiones sucede que no sabemos cómo desplegar exteriormente eso que nos pasa desde dentro.
Qué debemos usar cada día, qué para una ocasión especial (fiesta, cóctel, casamiento, etc.) es el gran dilema de todas; porque aunque muchas tengamos el guardarropas repleto de prendas y zapatos, muchas veces nos resulta complicado saber qué nos queda bien. Es por eso que es necesario que otro nos diga qué prendas van para nosotras y cuáles no. Aquí te daré esta mini guía, práctica y fácil de seguir, para entender por qué algunas prendas van o no para tu tipo de cuerpo.
Primero hay que tener bien claro que lo importante no es vestir a la última, sino tener un propio estilo que sepa adaptar los distintos looks que propone la moda al cuerpo de cada una. Para poder elegir las prendas que mejor nos sienten debemos tener en cuenta la contextura física, qué queremos resaltar y qué disimular. Por ejemplo, las mujeres delgadas tienen la suerte de poder vestir prendas ceñidas al cuerpo o llamativas; mientras que las voluptuosas pueden llevar prendas entalladas pero no muy ajustadas al cuerpo y en colores neutros. En cambio, todas podemos sumar a la ropa algunos detalles que hagan hincapié en aquello que deseamos todos vean: desde algunos accesorios como collares y aretes, un buen maquillaje para resaltar la mirada o los labios, o un peinado llamativo (los peinados altos ayudan a alargar la estatura, mientras que los sombreros producen el efecto contrario). Hay que aprender a destacar esas partes del cuerpo que más nos gustan de nosotras, como los ojos (si los tienes de un color llamativo, resultará una muy buena idea utilizar alguna prenda del mismo tono para resaltarlos) o el cabello, el cual se puede destacar llevando alguna prenda del mismo color que éste.
Los expertos recomiendan, en primer lugar, desviar la atención de aquello que no se quiere que se vea, llevándola hacia otro lado que sí se desea mostrar. Esto no significa tapar ni ocultar, porque cuando se lo hace se consigue exactamente lo contrario. Entonces ¿cómo se hace para desviar la atención? para ello hay que elegir colores neutros, telas que no tengan mucho brillo ni estampados o bordados llamativos, y prendas holgadas, que no ajusten pero que tampoco tengan mucha tela. Para desviar la atención de alguna zona que no nos gusta se puede colocar algo vistoso en un lugar opuesto, por ejemplo una chalina colorida, un buen color para los labios, las uñas bien pintadas o un buen par de zapatos. En definitiva, se trata de acentuar los puntos fuertes y los encantos personales. Todas las féminas los tenemos, sólo hay que conocerlos. Para esto, algunos profesionales de la moda nos aconsejan que pasemos un tiempo frente al espejo para conocernos mejor, detectando aquello que debemos mostrar y aquello que no, probándonos toda nuestra ropa para dejar o descartar qué nos queda bien y qué mal, y así encontrar un propio look. Ahora vamos a aprender qué usar para cada tipo de cuerpo:
Mujeres bajas: hay que evitar todo volumen en la parte inferior del cuerpo, por lo que se deben descartar los pantalones amplios, las faldas campana por debajo de la rodilla y las faldas y los vestidos largos hasta el suelo; ¿lo ideal? los largos a la rodilla o por encima de ella (las faldas tubos) y con zapatos adecuados (elige los de pulsera, tipo stiletto con punta muy afilada, y no a las botas altas).
Hay que usar pantalones de talle alto o elegir uno de corte pitillo, ya que hacen más esbelta la anatomía. Arriba usa cosas cortas, como chaquetas, capelinas, etc. Se recomienda dejar de lado los grandes accesorios, como los bolsos muy amplios que desproporcionan la figura.
Mujeres con mucho busto: conviene dejar de lado los escotes amplios, los grandes cuellos, las poleras y las camisas abotonadas hasta arriba. Lo ideal es minimizar en la parte de debajo de la silueta, no uses mini, sino elige los pantalones -anchos o rectos-; y lo ideal es llevar tacones altos, ya que languidecen.
Mujeres de poco busto: pueden usar prendas con diseños elaborados, mucho volumen, volados, estampados (de todo tipo), también poleras. En caso de tener además cadera ancha no usar todo ajustado, y elegir prendas de algodón o de lino, porque disimula. En la parte de arriba escoger mangas infladas, volados sobre los hombros, mangas murciélago, drapeados sobre el pecho, bordados, lentejuelas, etc. Puedes usar mini, pero no muy ajustada. No usar vestidos al cuerpo de telas tipo jersey, satén ni elastizados.
Mujeres de caderas anchas: se recomiendan las faldas o pantalones lisos -sin bolsillos, ni frunces ni recortes- y los vestidos que marcan la figura, pero que no acentúen el contraste, o aquellos de talla bajo el busto. Elegir camisetas, camisas o tops que sean más largos que la cadera y con algo neutro abajo.
Mujeres con kilos demás: los pantalones deben ser rectos y con la cintura a mitad del ombligo (deja los pitillos). Las faldas -cortadas al bies, evasée o estructuradas con gajos- deben estar unos centímetros debajo de la rodilla. Se pueden usar sacos que sean semientallados y a mitad de cadera. En cuanto a las texturas, elige algodón grueso, gasas, voiles y sedas. Respecto a los estampados y los colores, utiliza los colores más claros en la parte menos voluminosa del cuerpo y los oscuros en la más voluptuosa; evita los tonos muy brillantes porque hacen más evidentes esas partes que no se desean mostrar.
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